Sesión 3. Alimentación sana = buena salud

Nuestro organismo, para realizar sus múltiples tareas correctamente, necesita obtener energía, y esta la obtiene a través de los alimentos, de los nutrientes contenidos en ellos como son: proteínas, grasas e hidratos de carbono, siendo estos los únicos nutrientes que proporcionan energía.

Comer bien significa consumir una variedad de alimentos. Ningún alimento por sí solo contiene todos los nutrientes que necesita nuestro organismo, a excepción de la leche materna para los lactantes hasta la edad de seis meses. El consumo de una variedad de alimentos aportará los nutrientes necesarios para un correcto funcionamiento del organismo y mantenimiento de la salud. De forma más precisa los nutrientes nos ayudan a:

  • La formación, reposición y recuperación de las células y los tejidos;
  • producir energía con objeto de conservar la temperatura corporal, y permitir el movimiento y el trabajo;
  • llevar a cabo procesos químicos como la digestión de los alimentos;
  • proteger al organismo contra las infecciones, ofrecer resistencia y combatir las infecciones, y recuperarse de las enfermedades.

Los micronutrientes como las vitaminas y los minerales se necesitan en pequeñas cantidades; en mayores cantidades se necesitan los macronutrientes como los carbohidratos, las proteínas y las grasas. El organismo no puede funcionar adecuadamente si falta uno o más de estos nutrientes. Por ello es importante practicar una dieta sana y equilibrada que contenga alimentos en las precisas cantidades y combinaciones.

El plato del buen comer, que forma parte de la Norma Oficial Mexicana para la promoción y educación para la salud en materia alimentaria, funciona como una guía de nutrición que podemos aplicar a nuestros hábitos para lograr una alimentación balanceada, en él se brindan opciones prácticas, con respaldo científico. El plato del buen comer clasifica a los alimentos en tres grupos (verduras y frutas, cereales y tubérculos, leguminosas y proteínas de origen animal) proponiendo la combinación y variación de la alimentación con los tres grupos de alimentos en cada desayuno, comida y cena, además de dos colaciones; dieta que también debe ser equilibrada, lo cual significa que los nutrimentos guarden las proporciones entre sí.

En la actualidad, escuelas y hospitales promueven el conocimiento y uso del plato del buen comer; sin embargo, existen muchas personas que, por diversos motivos, no han logrado realizar una alimentación correcta, lo que ha ocasionado graves daños a su salud.

Se dice que la falta de una dieta suficiente, variada y nutritiva genera desnutrición, que puede llevar a enfermedades graves e incluso a la muerte.

En México, debido a la incorrecta alimentación, se han generado problemas como el sobrepeso y la obesidad. La UNICEF estima que al menos 1 de cada 20 niños y niñas menores de 5 años padece obesidad, situación que los pone en riesgo de sufrir enfermedades circulatorias, del corazón y de los riñones, diabetes, entre otras.

Las causas principales de la obesidad y el sobrepeso en infantes son el consumo de alimentos procesados con altos niveles de azúcar, grasas trans y sal, así como bebidas azucaradas. La cantidad de actividad física que realizan los niños, niñas y adolescentes también ha disminuido y es un factor que amplifica el problema.

Una buena nutrición es parte esencial de la defensa de un individuo contra el COVID-19. Las personas desnutridas tienen sistemas inmunes más débiles, que los ponen en mayor riesgo de desarrollar la enfermedad del COVID-19 de manera grave. Al mismo tiempo, la obesidad y la diabetes están fuertemente relacionadas con las manifestaciones más severas de esta enfermedad.

Aunque el panorama parece aterrador, este puede cambiar, ya que el sobrepeso y la obesidad pueden prevenirse en la mayoría de las niñas y niños mejorando sus hábitos de nutrición y salud; y promoviendo una mayor actividad física. Para ello es importante lograr que:

  • Las niñas, niños y adolescentes construyan hábitos de consumo de alimentos saludables y nutritivos.
  • Se reduzca el consumo de bebidas azucaradas y alimentos ultra procesados, altos en grasas, sodio y azúcares.
  • Niños, niñas y adolescentes construyan hábitos con mayor actividad física y menos sedentarismo.

Sabemos que para lograr una correcta nutrición resulta indispensable el consumo de frutas y verduras; sin embargo, muchas veces, ya sea por desinterés o dificultad económica, éstas no forman parte de la dieta diaria, por ello es importante practicar el cultivo de hortalizas, ya sea en la escuela o en casa, como una opción de adquirir vegetales frescos y sanos que hagan más saludable la alimentación.

La ciudad y el Estado de México, apoyados por la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (SEDEREC), practican los llamados huertos urbanos, teniendo como campo de producción los patios y azoteas de las casas, y haciendo uso de macetas y recipientes a diferencias de las comunidades rurales que cuentan con espacios de mayor extensión. Los huertos, por tanto, son espacios fuera o dentro de los hogares en donde se puede cultivar diversos tipos de verduras, frutas o hierbas aromáticas que nos permiten mejorar la alimentación y la salud.

¡Maestros, padres de familia y estudiantes, juntos podemos mejorar nuestra salud!

Para saber más de la sana alimentación y huertos caseros

Actividades para realizar del 24 de octubre al 11 de noviembre

  1. Modelar con plastilina y pintura el plato del bien comer.
  2. Consumir una fruta diaria en el recreo escolar.
  3. Sembrar una o dos hortalizas en la escuela o en casa.
  4. Contestar las preguntas ubicadas en el foro de discusión.

Para las actividades 1, 2 y 3 se deberá subir evidencias fotográficas al padlet, con el nombre de la escuela, del profesor y del equipo participante.