Artículo de Vicente Quierarte "Inventario de José Emilio Pacheco"
(La Jornada, agosto de 1999)

 

 

En sus libros de expresión cada vez más depurada, dentro de su difícil sencillez, José Emilio brinda una constante lección del maestro, un permanente examen de la vista. La concesión del Premio Internacional de Poesía "José Asunción Silva" a El silencio de la luna constituyó el triunfo de una poesía que no se parece sino a la poesía de José Emilio Pacheco: enumeradora, exploradora, recolectora, la poesía como gran Historia de los sin Historia, de lo sin Historia. José Emilio es pesimista, pero nunca misántropo. Si bien ha dejado de creer en el hombre, no ha dejado de pensar en él y, por lo tanto, de amarlo. Por eso hablamos de él y con él, para agradecerle su fecunda existencia.

En el fin del siglo XX, del cual ha sido apasionado y brillante cronista, poeta, narrador, historiador y traductor, mantiene su lealtad a la voz del niño que desde el Parque Hondo busca su jardín en la Tierra; al que se enamora sin esperar otra recompensa que el honor; al que, como Andrés Quintana, escribe un cuento y se juega la vida; a todos esos personajes que, creados por él, ya no son él sino nosotros, esa primera persona, plural y agradecida, que lo sabe hermano y maestro, compañero en esta isla a la deriva que él hace más soportable.

 

Ensayo sobre la poesía de José Emilio Pacheco por Mario Benedetti

César Güemes entrevista a José Emilio Pacheco

 


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