Escribir
es rescribir. Pensar lo que se ha escrito. Escribirlo de nuevo.
Revisarlo y escribirlo otra vez. Rescribirlo, repensarlo y escribirlo
hasta dejarlo suficientemente bien rescrito como para volver a
escribirlo cada ocasión mejor, en el futuro.
Casi
sólo José Emilio Pacheco se toma ese trabajo en
nuestro país. Casi sólo él. Veamos: El
viento distante fue dado a conocer el año de gracia
de 1963; luego, en el 69, su autor hizo una edición revisada
y ampliada del mismo.
Esa
versión contó con ocho textos más, escritos
entre 1958 y 1965, con lo cual se vuelve su primer libro rescrito
y vuelto a escribir. Ahora tenemos la edición más
reciente del volumen, que quizá sólo su autor y
los especialistas en su obra sepan y registren cuántas
variantes hay entre lo que una vez fueron manuscritos y hoy son
textos pulidos hasta el grado de espejos.
"Si no hubiera tenido la necesidad de rescribir,
no lo habría hecho"
Si las fechas son exactas, el libro contiene trabajos que datan
del 63 aunque aparecieran como tales hasta 1969.
J.E.P. Bueno, el cuento que se titula "La reina"
apareció en su primera versión, en El Nacional,
en el 58. Y veo que hay una suerte de colaboración entre
el joven de entonces y el viejo de ahora. Generalmente la reacción
que se tiene es la de apoyar al joven, quizá por la frescura
que se tuvo. Pero pienso lo contrario: si no hubiera tenido la
necesidad de rescribir, no lo habría hecho. Tan sencillo
como eso.
¿Has
pensado en la posibilidad de no rescribir, de permitir a los textos
seguir siendo tal cual fueron concebidos?
J.E.P. Lo he pensado, pero en cuanto los vuelvo a ver,
no resisto. Si resistiera, imagínate cuántos problemas
me evitaría. Ahora, si los dejara tal como aparecieron
sería privilegiar al autor y no al texto. Y lo que importa
es lo escrito. De modo que si vuelve a aparecer, tengo que entregarle
a quien vaya a leerlo el mejor trabajo posible.
Con
El viento distante existe además la particularidad
de que te encontraste con el José Emilio Pacheco escritor
más joven, adolescente casi. Y no lo perdonaste.
J.E.P. No lo perdoné pero lo respeto mucho: tiene
muchas cosas que enseñarme. De ninguna manera siento que
lo estoy corrigiendo a esta distancia que es ya de toda la vida.
Con todos estos años que me separan de ese joven escritor
no me siento en modo alguno superior a él.
-1-
------------------------------------------------------------------------