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Conociendo a nuestros candidatos
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Durante mucho tiempo las elecciones presidenciales en México fueron actos protocolarios porque no existía una competencia real para la renovación del gobierno. En el año de 1988, tres candidatos con campañas muy intensas dividieron las preferencias electorales de los ciudadanos. La noche misma de la jornada electoral, la información no llegó a tiempo y los resultados definitivos se publicaron casi una semana después. Esto generó sospechas de un fraude entre la ciudadanía y nunca se permitió el acceso a la documentación de las elecciones misma que meses más tarde fue incinerada. A
partir de estos hechos muchos ciudadanos empezaron a organizar los primeros
esfuerzos de observación y conteo rápido de votos en diferentes
estados para sus elecciones locales. La observación de las campañas electorales consiste en examinar las condiciones de equidad y objetividad con que los medios de comunicación cubren las actividades políticas de los candidatos y partidos en campaña y conocer los motivos por los que los ciudadanos acuden a los actos electorales. En
la observación del día de la elección los observadores
voluntarios acuden a las casillas para levantar un reporte desde las
condiciones en que se instala la mesa de votaciones, el desarrollo de
la jornada electoral y el cierre y conteo de votos.
El acuerdo del IFE donde se legisla la observación ciudadana establece: La observación electoral podrá realizarse por los ciudadanos de manera individual, o constituidos como grupos de observadores. La observación podrá realizarse en cualquier ámbito territorial de la república mexicana. Los ciudadanos mexicanos que deseen participar como observadores electorales deben solicitar su acreditación ante el consejo local o distrital de la entidad federativa o distrito electoral federal donde se ubique su domicilio y cumplir los siguientes requisitos: 1. Ser ciudadano mexicano en pleno goce de sus derechos civiles y políticos y estar inscrito en el registro federal de electores. 2. No ser ni haber sido miembro de dirigencias nacionales o estatales de un partido político y no ser ni haber sido candidato a puesto de elección popular, en los últimos tres años anteriores a la elección. 3. Asistir a los cursos de capacitación, preparación o información, los que tendrán como objetivo capacitar adecuadamente a los ciudadanos interesados, para el mejor ejercicio de sus derechos en esta materia, así como la observancia de sus obligaciones legales. Los observadores electorales debidamente acreditados tendrán el derecho de realizar las actividades de observación de los actos de preparación y desarrollo del proceso electoral, así como de los que se lleven a cabo durante la jornada electoral. También podrán celebrar entrevistas con autoridades y funcionarios electorales a fin de obtener orientación o información explicativa sobre las instituciones y procedimientos electorales. |
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