Etapa 4: Cultura: costumbres y tradiciones

La cultura, costumbres y tradiciones de la sociedad,
son ámbitos propios de las familias que viven en un territorio,
que comparten valores y una identidad nacional.

Nuestra cuarta etapa nos regresa en el tiempo, sobre todo para recuperar las tradiciones y costumbres que han trascendido y transmitido de generación a generación.

Productos: Crónica de los abuelos; Manuales o catálogos de artesanías y Recetarios de cocina.

México es cultura y tradición, por su gente, su cultura, sus raíces, su historia. Al observar las escenas de aquellos tiempos podemos deleitarnos de las maravillas de nuestro país de la época en que vivieron nuestros abuelos y abuelas.

Veamos:

Inevitablemente, con el paso del tiempo, el entorno ha ido cambiando: lugares, paisajes, formas de ver y vivir la vida; costumbres, viviendas, servicios públicos, el sistema de transporte; formas de organización política, la dinámica económica tan variable como la moneda misma. Ya de nuestros días, el mundo de la informática, campo de la ciencia poco explorado por las generaciones pasadas.

Hoy por hoy, podemos afirmar que una de las herencias que tenemos de nuestros abuelos, es el sentido místico y espiritual por la vida, que mantienen una cosmovisión integral. Tradiciones que han perdido vigencia en la vida cotidiana de los mexicanos: fiestas, ceremonias, rituales, labores artesanales, bailes, cantos, expresiones artísticas y qué decir de la gastronomía representativa de las diferentes regiones de México.

Rescatemos entonces, recurriendo a la vivencia de nuestros abuelos por ser los conocedores fieles de la herencia nacional, fuente inagotable de historias vivas, etapas del pasado, momentos especiales y referentes de las transformaciones del devenir histórico que no desean olvidar y son parte de la tradición oral.

Realicemos ese viaje al pasado, pidiendo a los abuelos que sean cronistas de su propia historia y narren todo lo que recuerden de aquellos días en que querían conocer y explorar el mundo, con sus tradiciones, costumbres, descubrimientos e innovaciones.

Los tiempos del cambio pueden ser más apreciados cuando ellos relaten cómo era el México que conocieron en su niñez y cómo lo ven hoy; con su ayuda podremos reflexionar sobre la dinámica que ha seguido el país, todo lo que hemos perdido y lo que debemos recuperar.

Elaboren su crónica en un documento de texto, revisen todos los aspectos que logren captar y recuperar de la memoria de sus abuelos.

Nuestros abuelos han sido artesanos por tradición; seguramente sabrán realizar alguna manualidad; pidan que les compartan alguna de las técnicas que conocen para realizar una artesanía y elaboren juntos su mejor creación, desde una prenda, algún objeto, herramienta o utensilio de papel, madera o cerámica; tejido de hilo, palma u hoja de maíz; instrumento musical, pintura o vitral. Cualquiera que sea el material y la técnica, esperamos que tomen inspiración de su relación afectiva entre nietos y abuelos.

Todas las personas guardan secretos, pero los secretos mejor guardados son los de la cocina mexicana; nuestras abuelas y abuelos son expertos en eso, así que los invitamos a encontrar el momento oportuno para descubrir la receta mejor guardada que es y seguirá siendo el legado de su familia.

En equipo o de manera grupal, integren un recetario con las diferentes propuestas de platillos, guisos y postres de cada región del país, elaborados tradicionalmente desde la cocina de sus familias.

Al final, esperamos que tengan una historia para compartir en el foro de discusión # 4. Además, con relación a la cocina, deseamos leer sus reflexiones sobre los buenos y malos hábitos alimenticios, sus causas y consecuencias; aunado a la importancia del plato del bien comer, desde la experiencia de las madres y abuelas, como herencia mundial de la cultura mexicana.

No olviden tomar fotografías de todas sus actividades y reuniones con los abuelos, y compartir estas imágenes con una breve explicación del acontecimiento en el Muro digital del proyecto .

Un, dos, tres… actividades complementarias:

Uno: Después de la merienda, es un momento propicio para pedirles a los abuelos que relaten sus historias y disfruten juntos sobre el almohadón a la luz de la luna. No olviden observar los sentimientos que les despiertan las remembranzas.

Dos: En compañía de sus abuelos, asistan a los eventos que se presentan en las Casas de Cultura de su localidad. Observen las características de alguna de las ceremonias que se llevan a cabo en su región y comparen las prácticas realizadas. Cuando sea posible, visiten un temascal y combatan el desgaste de energía y disfruten del tiempo de relajación.

Tres: Seleccionen las mejores historias de sus abuelos (lo cual será difícil, porque seguramente todas serán geniales) que serán integradas en una pequeña Antología de crónicas; les sugerimos revisar estructuras, redacción y ortografía; para que la tradición oral no se pierda en el tiempo.