El estudio de los fenómenos geológicos a nivel global, dejan de ser considerados sucesos aislados e inconexos; ya que su observación y análisis se integran en una misma teoría, mejor conocida como Tectónica de placas o tectónica global.
De acuerdo con la teoría de la tectónica de placas planteada por Alfred Wegener (1912), la corteza terrestre se encuentra dividida a manera de un enorme rompecabezas, en grandes bloques rígidos llamados placas tectónicas y pueden desplazarse, acercándose o separándose entre sí, de acuerdo al dinamismo interno de la Tierra.
La distribución de los bloques de la corteza terrestre ha variado en el transcurso del tiempo geológico. Dichos bloques proceden de una gran masa inicial llamada Pangea (del griego: "todo tierra"), la cual se fragmentó dando lugar a los actuales continentes, que se han desplazado constantemente hasta llegar a ocupar su posición actual.
La corteza terrestre es la capa superficial de nuestro planeta; en su mayor parte, está constituida por rocas provenientes del manto superior que se han consolidado en la superficie.
Los límites de esas placas están dados por las zonas de la Tierra donde existe una gran energía interna que se manifiesta a través de los sismos y del vulcanismo; que a su vez conforman los cinturones orogénicos, los cuales estudiaremos en la próxima etapa.
Precisamente, una de las zonas con mayor dinamismo en nuestro planeta se encuentra en los límites entre esas placas tectónicas, y en consecuencia el mayor número de sismos y actividad volcánica se genera en esos bordes, representados por las
dorsales oceánicas y las
zonas de subducción.
Las dorsales oceánicas o cadenas montañosas oceánicas
Los recientes conocimientos sobre el fondo marino ponen de manifiesto que existen dorsales oceánicas por las que sale material proveniente del manto a altas temperaturas creando nueva corteza oceánica.
Las dorsales son límites entre placas tectónicas en los que las placas se alejan una de otra, por esto se llaman "límites divergentes". Cuando las placas se separan, algo tiene que surgir para rellenar al hueco dejado por la separación de las dos placas. Estos acontecimientos crean el sistema que da origen al fondo oceánico. En el centro de las dorsales oceánicas continuamente se separa la corteza oceánica a ambos lados y permite el constante fluir de magma nuevo creador de suelo oceánico joven.
Esta es la causa de que la corteza continental sea más antigua que la corteza oceánica, ya que la corteza oceánica se regenera constantemente. Las dorsales oceánicas son cordilleras volcánicas en el suelo marino.
Las zonas de subducción son lugares de la corteza terrestre donde dos placas convergen, colisionan, y una de ellas (la de mayor densidad) se introduce (subduce) bajo la otra. Esto produce una gran depresión en el suelo submarino.
Dichas zonas de subducción están asociadas a una intensa actividad sísmica provocada por las tensiones, compresiones y rozamiento entre las dos placas. Los grandes terremotos y tsunamis del Japón o de Indonesia están causados por este fenómeno.
Cuando las placas tectónicas colisionan, se producen los plegamientos en la corteza terrestre que forman las grandes cadenas montañosas. También hay rompimientos (fallas o fracturas) ocasionados por los movimientos tectónicos, que pueden generar desplazamientos horizontales o verticales, dando lugar a las mesetas, lo cual va modelando el paisaje de la superficie terrestre.
De esta forma, los sismos y volcanes generan las características morfológicas de la superficie de nuestro planeta. Existe una constante dinámica interna de la Tierra que permite la existencia de una litosfera en constante cambio y en consecuencia las formas del relieve continental y oceánico se encuentran en constante transformación.
Tanto el relieve continental y el oceánico han sido modelados por los movimientos de la corteza terrestre durante millones de años, formando grandes cordilleras, sistemas volcánicos, cuencas, mesetas, fosas,
dorsales oceánicas o
islas que integran la litosfera.
Una dorsal oceánica es un relieve submarino, formada por el ascenso de magma el cual se enfría en la superficie. Se encuentran asociadas a los márgenes divergentes de las placas tectónicas y representan la formación de nueva corteza oceánica.
La litosfera es la capa más superficial de la Tierra, está conformada por rocas y su espesor es mayor en los continentes que en los océanos.
Cabe mencionar que la gran mayoría de los sismos son causados por la continua fricción entre los límites de las placas, que colisionan o se deslizan; pero también hay sismos volcánicos, relacionados con las erupciones. La liberación súbita de la energía almacenada en las placas tectónicas o en el interior de la Tierra produce ondas sísmicas que sentimos en la superficie terrestre.