La historia comienza en un pueblito de un hombre que se siente solitario que se imagina el amor de una mujer, describiendo sus ojos y su forma o tal vez una desepción amorosa y al no ser correspondido hulle de pueblo.

Para mí los poemas de Paz son muy hermosos con sentimientos poéticos.

Saludos soy alumna de la Esc. Hijos del Ejército vespertino 5° "C"

Nosotros somos alumnos de 2°A de la Esc. Sec. Téc. N° 71 de Cd. Victoria Tamaulipas, a continuación les presentamos el cuento que elaboramos con las ideas que nos dio el del Sr. Octavio Paz.
La enseñanza de la vida
“Nadie tiene el derecho de imponerle a otro la existencia, la carga de la vida”. Esa frase fue decisiva en la vida de Julián; desde que se encontró con ella su infancia ya nunca volvió a ser la misma.
La había leído en un libro que su madre tenía en su mesita de luz y le pareció importante, aunque no entendía del todo qué significaba. Aquella frase le pegó tanto que durante semanas no pudo huir de esas palabras. En la mente de un niño de diez años la vida es la única circunstancia posible. Fuera de la vida no hay nada. No existe la muerte, no hay más países que el propio, no hay incluso otras familias. En la mente de un niño como Julián la vida no era una carga. Por eso ese instante de iluminación lo llenó de tristeza y le apagó el sol de la infancia. ‘Si mi madre está leyendo esto ya sé lo que se propone… por eso cada vez hay más libros de esos…’, se dijo Julián. Pero la cosa no cambiaba por saberlo.
Pensar en que su propia madre deseaba matarle no era sencillo de asumir; pero mucho menos lo era sentir que sería capaz de hacerlo con total tranquilidad, para cortarlo en trocitos y esconder todos sus pedazos en el fondo del jardín, como había visto que hacían en una película.
Julián comenzó a perder el apetito y cada vez dormía peor. Su madre, enfrascada en sus asuntos, no era consciente del precipicio al que, sin querer, había lanzado al pequeño y no parecía preocupada por la catarata de neblina que había caído sobre el débil cuerpecito de su hijo.
Una tarde, la madre se acercó a la cama de Julián: un cuerpo diminuto, flaquísimo y con la cara amarilla descansaba en el lugar donde ella esperaba encontrar la sonrisa de la criatura, de su criatura. Su desesperación fue rotunda. ¿Qué le ocurría? Los mejores médicos se acercaron a observar al niño pero nadie pudo hacer nada para ayudarlo.
Desesperada, la madre intentó por todos los medios hablar con Julián. ‘Pequeño, ¿qué te ocurre?, ¿qué puedo hacer para ayudarte?, ¿quién te ha hecho esto? Oh, mi niño, no te me mueras’. El niño no hablaba ni comía, se iba evaporando con la lentitud con la que desaparecen las estrellas.
Un día abrió la boca y un hilo de voz irrumpió en el lúgubre silencio de la casa vestida de luto. ‘Para mí no era una carga, le dijo, pero te libero de la responsabilidad’. La madre no comprendió esto hasta que, tres años después de la muerte del niño, encontró un cuaderno en el que el niño había copiado aquella frase.

Discúlpenos por el retardo.

EL GUITARRISTA
Julio era un hombre promedio. Ni muy alto ni muy bajo, ni tan flaco ni tan gordo, era de esas personas que son transeúntes en la ciudad, que suelen pasar desapercibidos. Las calles jamás podrían haber notado su presencia porque no usaba prendas llamativas, no pertenecía a ninguna tribu urbana, ni siquiera era religioso. Sin embargo lo que verdaderamente hacía de el una persona diferente, era su peculiar manera de tocar la guitarra. Un virtuoso a todas las luces que me hacía imposible la tarea de contar cuantas melodías podía tocar por segundo. Sus dedos se movían a toda velocidad en su guitarra invisible. La tocaba en el metro, en las calles y en todas partes. Tenía la ventaja de poder llevarla a todas partes a donde quisiera porque no le pesaba y –lo mejor no se veía-.
Todo estaba en los bolsillos de su imaginación y la mía. Sonaba espectacular.
Julio siempre me alegraba el día con sus canciones, cada vez que me lo encontraba. Pero hace tiempo que no lo veo, un rumor dice que le cambiaron su guitarra por una habitación fría, un poco de comida y unos llamativos caramelos de colores que le entregan a diario. Dice que vive en medio de zombies y extraños hombres de blanco. No lo dejan salir a veces ve como caen las notas de los árboles del jardín o resbalan junto a la lluvia por la ventana, pero no puede oírlas a través del vidrio. Y pasan y así pasan los días de Julio, en sombrío y fúnebre silencio, mientras que yo tengo una gigantesca colección de guitarras invisibles y no tengo ni una pizca de su talento para tocarlas. atte: Intelectuales, de la escuela secundaria General Alberto Carrera Torres, Tula Tamaulipas. les enviamos un cordial saludo esperando que les agrade el cuento.

-Hola Somos el equipo de los exploradores del grupo de 2B de Tula Tamaulipas

-Sus cuentos nos parecen muy interesantes
Las historias son muy interesantes ya que son muy fántasticas y sus ideas son muy creativas y novedosas.


atte:
Los exploradores de Tula Tamaulipas

Gracias por leerlo

Nosotros somos alumnas de la escuela secundaria tecnica n°71 de cd Victoria, A continuacion les presentamos los ensayos sobre lo que opinamos
ENSAYO 1: Mi Vida con la Ola
Nuestro punto de vista referente al Libro “ MI VIDA CON LA OLA” es que nosotros los integrantes del proyecto Octavio Paz Recorre el Otoño nos pareció muy interesante ya que en algunos de sus capítulos uno mismo se identifica en ellos y hace reflexionar a las personas que lo leemos.



Ensayo 2: Cabeza de Ángel
Está muy interesante ya que en él, nos da a conocer mucho sobre el respeto, Nos enseña a como respetar a las personas en diferentes sentidos y además nos puede servir para aplicar enseñanzas en nuestras vidas.

Cada escritor tiene su estilo, es decir, una forma de expresión que lo distingue y sirve como estampa de su personalidad. Así como distinguimos a nuestros amigos por su forma de reír, caminar o hablar, el estilo literario nos permite identificar las obras con sus autores por la manera en que están escritas.
Sus cuentos son muy serios y entretenidos ademas de que sacan gran inspiracion para hacer tu propio cuento