TRADICIONALMENTE, LA POLÍTICA EXTERIOR MEXICANA SE HA DESARROLLADO CON APEGO A LA DOCTRINA EXTRADA, DE RESPETO A LA SOBERANÍA DE LOS DIVERSOS PUEBLOS Y DE NO INTERVENCIÓN, DE NINGÚN PAIS.
POR LO QUE CONSIDERO QUE NUESTRO GOBIERNO DEBE RETOMAR ESTA POSTURA

Cada país es libre y soberano en sus formas de gobierno. Y México debe de respetar las decisiones del pueblo venezolano. La injerencia de los EU, creo lo sabemos todos, es por el petróleo de Venezuela. Con su posición, México no defiende a Maduro, se defiende el derecho a la autodeterminación de los pueblos.

Pareciera una posición gris y de no intervención, nuestro Presidente y nuestro canciller se pronuncian por la no intervención y "mediación", sin embargo su conducta al invitar a Maduro a la toma de protesta, recibirlo, y la conducta de Maduro ponen en entredicho ese principio de "no intervención" y pareciera que se le apoya. Por otro lado la realidad venezolana es fuerte, la gente sufre y la economía está devastada. Es necesario proponer una intermediación urgente y con voz más fuerte.