Etapa 5. La leyenda de los volcanes
Historias, mitos, cuentos y/o leyendas sobre volcanes
Los equipos investigarán y recuperarán historias, mitos y leyendas acerca de las erupciones volcánicas. También podrán investigar por medio del rescate de la tradición oral sobre las historias de "sus" volcanes. De igual forma, investigar referencias literarias o bien, otras fuentes en las que se mencione la presencia de los volcanes en la vida cotidiana de la comunidad.
Aquí les mostramos algunos ejemplos de esas historias sobre el volcán Popocatépetl.
Según Cecilio A. Robelo (mitología náhuatl):
"El gran volcán de Puebla era reverenciado como dios; su fiesta era celebrada en el mes Teoltlaco o Pachtontli. Hacían unos cerritos de masa y cada uno en su casa los ponía, colocando en medio uno más grande que era el Popocatépetl. A estos cerritos les hacían caras con ojos. Arrojaban después maíz a los cuatro vientos, de cuatro colores: negro, blanco, amarillo y entreverado. Llevaban en la danza a dos esclavas jóvenes, hermanas, las cuales tenían pintadas en la falda unas tripas retorcidas significando una el hambre y otra la hartura, y a ambas las sacrificaban".
Cuando en 1519 llegaron los conquistadores españoles al valle de México hubo fumarolas, las que puntualmente fueron consignadas por Hernán Cortés en sus Cartas de Relación:
"A ocho leguas de esta ciudad de Churultecatl se encuentran dos sierras muy altas y muy maravillosas... y de la una que es la más alta sale muchas veces, así de día como de noche, tan grande bulto de humo como una gran casa, y sube encima de la sierra hasta las nubes".
Ese mismo espectáculo décadas después, asombró a pobladores y evangelizadores, como lo manifiesta fray Diego Durán en su Historia de las Indias de Nueva España:
"El cerro Popocatzin, que en nuestra lengua quiere decir cerro humeador, a todos nos es notorio ser el volcán a quien vemos echar humo visiblemente dos y tres veces al día y muchas veces juntamente a prima noche".
En su Historia de la conquista de México (1843), William H. Prescott describió el gran volcán, con su altura de 17,857 pies sobre el nivel del mar, diciendo que: "... superaba en más de 2, 000 pies a la más alta cima de la "monarca de las montañas" de Europa, el Monte Blanco".
También las referencias literarias sobre los volcanes son recurrentes; como las de Carlos Pellicer y Julio Torri, quien llamó al Popocatépetl "el primer ciudadano de México", las de Malcolm Lowry, en Bajo el volcán, o bien Los versos a la Virgen de Sor Juana Inés de la Cruz: "Yo os comparara, Señora, con esta Sierra Nevada que, aunque tiene cerca el humo, ella se está siempre blanca".
Así mismo en Las Relaciones Originales de Chalco Amemeca escritas en 1607 por Chimalpain Cuauhtlehuanitzin se hace la reseña del primer ascenso al Popocatépetl. Según la crónica, éste se efectúo en el año 3-caña, que corresponde al año de 1289 d.C.
Foro de discusión
Reflexionemos sobre: