Terminemos
hablando de la vida, entonces. Usted ha recibido muchos premios
por su obra, pero cuando hace un par de años la Universidad
de Alicante lo nombró Doctor Honoris Causa, fue
en reconocimiento a "su fecunda labor creativa y por su condición
de hombre de pueblo". Obra, pero también vida. ¿Cómo
prefiere ser reconocido?
M.B. Son dos cosas que forman el carácter y la condición
humana de uno, ¿no? Muchos de mis poemas son producto de
ser hombre de pueblo, y estar cerca del pueblo siempre ha sido
una máxima para mí. Lo mejor que me pudo haber pasado
en la vida es que lo que escribo le haya tocado el corazón
a esa gente, a ese pueblo, a ese hombre de a pie.