Así, la historia de Hidalgo, se fundamenta en el escenario de la lucha armada, y en este sentido deja de lado sus dotes sacerdotales, su trabajo en la diócesis, sus diez años como profesor de Teología, su vida alegre, su gusto por los juegos, las mujeres, sus hijos, todo queda relegado a un segundo plano; la Independencia y los pensamientos de libertad fueron la vestimenta de este cura, quien logró incorporar su doctrina cristiana a la lucha por la redención de los indígenas, de las castas y de los pobres en general.

Cuando el cura Hidalgo lleva su pensamiento social a la praxis asume una postura radical, donde la violencia queda justificada por un objetivo de libertad, el cual todo lo permite: todo su conocimiento del pensamiento liberal y del buen gobierno, donde el pueblo es quien toma la última decisión, Hidalgo lo lleva a la práctica en una lucha violenta y fuera de control, porque evidentemente no existía la infraestructura bélica y una estrategia militar para ello.

Si bien, Hidalgo destacó por su pensamiento social y su arsenal teórico, en su lucha por la libertad quedó evidente la falta de una estrategia política y de un proyecto militar planeado; situación que trasciende en los primero años de la vida Independiente del país, no hubo estabilidad social ni política de gobierno, porque no había un proyecto político que lograra incorporar a los dos grandes rubros: liberales y conservadores.2

¿Pero de dónde vino todo su pensamiento liberal, cuál es el contexto de su vida de estudiante?: El Cura de Dolores vivió la expulsión de los jesuitas del Imperio Español (1767) y no obstante la prohibición de las doctrinas con populismo, se mantenía la doctrina tradicional sobre el bien común, la cual irremediablemente es la base de las doctrinas populistas. Hidalgo inclusive dentro de su cátedra de Teología debió trabajar los tratados teológicos respecto a los derechos del pueblo respecto a sus gobernantes. No había manera de eludir las ideas de la Teología positivista y de la insurrección contra la tiranía y el despotismo. En una revisión de su biografía pareciera ser que todo estaba dispuesto para que el cura Don Miguel Hidalgo y Costilla fuera el Padre de la Patria.

Más allá de una suma de connotaciones, no se puede omitir que del gran pensamiento social que sí tiene Hidalgo, de su respeto por los Derechos del Hombre, emanó la abolición de la esclavitud; prácticamente, desde los inicios de la vida independiente de México, no había esclavos, Hidalgo logró con ello,  adelantarse inclusive a otros países, como Estados Unidos de Norteamérica, Cuba y Brasil, quienes lo hicieron hasta la segunda mitad del siglo XIX,  y este hecho no es un mito o un símbolo, es el derecho más importante de todo ser humano: el derecho a la libertad.

 

Por Silvia Julieta Ávila Esquivel.

 

2 Justo Sierra señala: “…lo importante no fueron las ideas que pudo haber tenido el caudillo; lo importante es que su revolución fue eminentemente social”  tomado de: Hidalgo en la Historia. Discurso de ingreso pronunciado por Edmundo O’Gorman, Memorias de la Academia Mexicana de la Historia. (México).

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