Entre las muchas necesidades que tienen las personas, la alimentación resulta primordial; por ello, se sabe que en la antigüedad los humanos consumían diversos frutos, semillas y plantas, además de que cazaban animales; todo esto para satisfacer dicha necesidad. La recolección y el consumo de plantas y frutos permitió a hombres y mujeres observar el fenómeno de germinación y crecimiento de plantas, estas observaciones les motivaron a experimentar procesos de siembra y con lo cual dejaron de ser nómadas.

Durante cada proceso observaron interesantes fenómenos en los cultivos como: la germinación exitosa o deficiencias de las semillas sembradas, la alta producción de fruto sólo en algunas plantas, lo que les llevó a preguntarse el porqué de dichas situaciones.

Elementos naturales como la luz, la lluvia, la humedad, el suelo, la altura y el clima, intervienen en el crecimiento y desarrollo de las plantas, condiciones que fueron observadas por estos primeros hombres, conociendo a fondo las variedades de plantas y su relación con los elementos climáticos, conocimientos que fueron tomados en cuenta para los nuevos cultivos, de esta manera se crearon huertos cercanos a los hogares, permitiendo a las personas consumir plantas sin tener que desplazarse a lejanos lugares para recolectarlas, garantizando así una alimentación segura. Sembrando y cosechando variedad de frutos, semillas y plantas comestibles de cada temporada.

Hoy en día la agricultura tiene un papel fundamental para el sostenimiento de la sociedad. Se dice que solo en México existen cerca de 200 productos agrícolas que son cultivados dentro del país, entre los más destacados por su importancia en el consumo se encuentran: el maíz, frijol, trigo, arroz, sorgo, caña de azúcar, tomate, chile; y la zona dedicada a la producción agrícola ocupa poco más del 13 por ciento del total del territorio nacional, equivalente a 145 millones de hectárea, donde el maíz y el frijol representan más del 80 por ciento de la producción agrícola en nuestro país, al ser los productos que más se cultivan y se consumen.

Aprender las necesidades y cuidados de las plantas, nos permite realizar cultivos eficaces con sus respectivas predicciones; además de entender la importancia de preservar un medio ambiente óptimo para la proliferación natural, pues en caso de existir un cambio climático, las plantas son los primeros seres vivos en resultar afectados, provocando su lento desarrollo o hasta su extinción. Por tanto, resulta muy provechoso practicar el cultivo de plantas y semillas con la participación de estudiantes, maestros y padres de familia, siendo ello, una gran oportunidad para compartir y aprender.