“La vida me dio pinceles”.
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Entre lo más concreto del expresionismo abstracto se encontraba uno de los mayores exponentes de esta corriente artística, Gilberto Aceves Navarro, pintor, escultor y grabador mexicano; quien el pasado 20 de octubre de 2019 murió a la edad de 88 años.
Durante el siglo XX, Aceves Navarro estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda (1950); fue colaborador de Siqueiros en 1952 con quien pintó los murales del edificio de Rectoría de la UNAM; miembro del Salón de la Plástica Mexicana. Junto con Carlos Mérida, Rufino Tamayo, Günther Gerzo y Mathias Goeritz formaron parte de la Generación de la Ruptura, que buscó ir contra la estética del momento.
Su extensa obra es una muestra clara de su constante transformación, donde incluyó trazos vigorosos, ágiles y controlados, líneas, manchas, efectos resultado de la aplicación de los materiales. Para plasmar lo inmediato en su pintura vagaba por las calles a captar los personajes que veía pasar. Trabajó diversos formatos, dimensiones y materiales.
Su estilo es reflejo de su amplio conocimiento del arte del pasado y de su autenticidad. Expuso tanto en México como en el extranjero destacando las Bienales de Francia, Tokio, Cali y la Mostra Bianco e Nero de Lugano, Suiza.
Publicó el libro: La generación de la Ruptura y sus antecedentes. Premio Nacional de Bellas Artes en 2003 y el Premio Universidad Nacional Autónoma de México.
"Muchas veces, por no decir todas o casi todas, Gilberto erosiona y hasta puede llegar a triturar la figura humana, sobre todo la femenina, pero termina rescatándola con delectación, con sensualidad, casi diríamos sumergiéndola en una corriente subterránea en la que juega una figura del pintor entregado a su contraparte, contraparte cómplice e indispensable, el eros del observador". |
Lelia Driben, crítica de arte.