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Amplio lector, apasionado de la Historia, la música de la Sinfónica Nacional y la fotografía. Su personalidad melancólica con sombras de nostalgia, quizá a causa de su orfandad a muy temprana edad, y un halo de soledad que lo acompañaría durante su obra literaria, le permitiría, además, ser un creador de imágenes y un romántico empedernido. Con un único oficio: vivir.
Su obra es reconocida y estudiada en México y el extranjero; caracterizada por la universalidad que refleja la cantidad de lenguas a las que se ha traducido y en las que se sigue editando, entre otras el náhuatl y el tzotzil. Nos brinda la oportunidad de homenajear al autor mexicano más traducido, leído y estudiado en el mundo, Juan Rulfo: gran representante del realismo mágico, cuyo prestigio literario perdurará por siempre; El ILCE le rinde honores por su aniversario luctuoso con el micrositio Cuento de nunca acabar, Hispanoamericanos: Juan Rulfo.
En la vida del escritor y fotógrafo Juan Rulfo resaltan algunos acontecimientos que marcaron su prestigiosa trayectoria.
Alguna vez Rulfo escribiría: “a todos los que les gusta leer mucho, de tanto estar sentados les da flojera hacer otra cosa”. Por ello, los invitamos a consultar la Librería digital disponible en la red sobre la literatura de Juan Rulfo.
Juan Rulfo fue galardonado con el Premio Xavier Villaurrutia en 1956; el Premio Nacional de las Letras en 1970; y con el Premio Príncipe de Asturias en 1983.
Las nuevas generaciones de lectores y escritores se acercan con renovado asombro a las páginas de los libros de Rulfo y su curiosidad por la vida, enalteciendo la labor literaria del autor jalisciense de forma continua.