“Don Manuel López Cotilla es en nuestra historia el héroe civil, el ciudadano ejemplar de inmaculada actuación, con gran sentido de responsabilidad y poseído de patrióticos ideales. Tuvo una gran visión de los problemas regionales y de las soluciones que ellos requerían e hizo siempre cuanto estuvo en su mano para superar las crisis económicas y políticas de una época de integración nacional, convulsa, violenta y en ocasiones trágica, que es la que México vivió en las décadas de 1810 a 1867, es decir, desde el grito memorable de Dolores hasta la consolidación de la tesis republicana y liberal de la Reforma”.
- Prof. Ramón García Ruiz.
Manuel López Cotilla, destacado educador Jalisciense, nació el 22 de julio de 1800 en la ciudad de Guadalajara, que por aquella época era la capital de la Intendencia del mismo nombre y que ocupaba límites cercanos a los del actual estado tapatío. Durante su vida, López Cotilla logró incidir en diferentes aspectos de la vida pública en su natal Jalisco y mostró gran habilidad para la resolución de problemas sociales, así como un interés genuino por la educación.
López Cotilla nacería en una época donde la religión tenía un lugar preponderante tanto en la vida pública como privada de los ciudadanos jaliscienses; sus padres lo inscribieron al Seminario Conciliar de San José, donde estudió artes, latín y filosofía. Don Manuel López de Cotilla, su padre murió durante la adolescencia de Manuel, a los 15 años de edad. Debido a los problemas que afectaron a su familia y en parte por un nuevo matrimonio de su madre, el joven abandonaría su casa e iniciaba una vida modesta en una finca de la población de Toluquilla, al sur de Tlaquepaque, donde estudió de manera autodidacta dibujo y matemáticas. A los 18 años padeció tuberculosis, enfermedad que lo afectó por el resto de su vida.
Manuel López Cotilla comenzó a figurar en el escenario público del estado de Jalisco en el año 1828, al ser nombrado Síndico del Ayuntamiento de Guadalajara. Gracias a su desempeño, lo nombran regidor de Ayuntamiento de Guadalajara y encargado de la Comisión de Aguas en noviembre de 1834; que lo llevaría a realizar una extensa investigación sobre el problema de abastecimiento de agua para la Ciudad de Guadalajara.
En el ámbito educativo, Cotilla se convirtió en un funcionario sobresaliente; lo cual evidenció al realizar sus funciones en el ayuntamiento de Guadalajara, cuando estuvo a cargo de organizar la Instrucción primaria, liderando así toda la organización del nivel primaria de Jalisco y sentando las bases del acceso gratuito a la educación sin exclusión alguna. Dada la época en la que llevó a cabo su labor, la enseñanza impartida se enfocó en la doctrina cristiana, especialmente en la lectura y escritura de sus textos.
Asimismo, Cotilla realizó una serie de reformas, entre ellas: publicar el Reglamento para las Escuelas Municipales de Jalisco, en noviembre de 1835; que fue el primer reglamento escolar en el Estado conformado por 40 artículos; donde se estableció la normatividad del ejercicio magisterial, para determinar la actividad de los maestros, asimismo, propuso la distribución de premios y exámenes periódicos.
Tiempo después, López Cotilla fue nombrado Inspector General de Educación del Estado, cuyo cargo ocupó por casi 20 años, los primeros trece sin recibir sueldo o estímulo del Estado. También formó parte de la Junta Directora de la Escuela de Artes Mecánicas, un modelo educativo con capacitación para el trabajo. Con este fin tradujo e imprimió, entre otros textos, dos manuales para los oficios de cerrajero y carpintero; siempre se preocupó porque la educación tuviera sentido práctico y diera a los estudiantes, herramientas para la vida.
Resaltó la enorme importancia de la enseñanza de la lengua, las matemáticas y el dibujo. Escribió diversas obras didácticas, como “Recreaciones geométricas y curiosas combinaciones para formar pavimentos”, “Cuaderno de geometría practica de las escuelas” y “Estadística del Estado de Jalisco”. Tras varios años de ejercicio, escribió un análisis y recapitulación sobre la situación educativa en Jalisco, titulado “Veinte años de escuelas”.
Un aspecto esencial del pensamiento de Manuel López Cotilla es que fue un gran promotor de que las clases populares recibieran una educación, como medio para alcanzar bienestar y prosperidad. Aunque actualmente consideramos la educación como un derecho universal, no era así en el régimen virreinal en el que nació y pasó su infancia el educador, y pese a la independencia muchos de sus contemporáneos de clase acomodada consideraban inútil e incluso políticamente riesgoso dar a los campesinos, artesanos y obreros una formación más allá de sus oficios. Es por eso que la tarea educativa del prócer jalisciense es tan valiosa como la lucha democrática de los liberales mexicanos.
Además, es necesario señalar que consideraba la educación de las niñas tan importante y necesaria como la de los niños. En este sentido, en 1837 fundó una escuela para niñas en San Pedro Tlaquepaque, similar a las que ya existían para niños. En total, como inspector tuvo a su cargo el funcionamiento de 22 escuelas en Guadalajara y en las poblaciones circundantes, con varios miles de estudiantes, lo que era muy numeroso para la época. Otra de sus preocupaciones era la formación y el bienestar de los docentes y en su búsqueda por mejorar el ejercicio magisterial, proyectó la Fundación de la Escuela Normal para Profesores en 1851.
Sin embargo, sus problemas de salud aumentaban, por lo que renunció a su cargo de inspector en el año de 1855; aunque mantuvo el diálogo con las nuevas autoridades y con los docentes hasta el día de su fallecimiento, el 27 de octubre de 1861, a los 61 años. Sus restos se encuentran en la rotonda de Personas Ilustres de Guadalajara y fue declarado en 1891, Benemérito del estado por el gobierno de Jalisco.
Para el estado de Jalisco, Manuel López Cotilla dejó una huella imborrable en la educación, por lo cual el día de su muerte asistieron a su funeral no sólo las autoridades civiles y educativas, sino sus colaboradores y muchas personas que se beneficiaron de sus aportes educativos, como los alumnos de la escuela de artes mecánicas.
Sin duda, los desafíos enfrentados por México en el tiempo en el que vivió Manuel López Cotilla podrá ser observado en los siguientes documentales.
Manuel López Cotilla ejerció el cargo de inspector de educación por casi 20 años antes de que su estado de salud lo obligara a dejarlo. Por la compleja situación del país, sus sueldos tardaron mucho en llegar. Al final de su carrera, solo le fueron pagados 7 de los 20 años que trabajó.
A raíz de la pandemia por COVID 19, se autorizó a los artistas tapatíos para intervenir las esculturas de la Rotonda de los jaliscienses ilustres, con el fin de crear conciencia en torno a las medidas de prevención. Así, el artista Francisco Javier Dávalos diseñó un cubre bocas que fue colocado en el rostro de la efigie de Manuel López Cotilla. El artista declaró que el educador, quien se preocupó siempre por su ciudad, podía ser una inspiración para promover el cuidado de la salud por medio de las medidas sanitarias.
Durante el siglo XIX, las áreas del conocimiento aún se clasificaban de acuerdo con algunas tradiciones que provenían de la Edad media y se originaron en los monasterios y las universidades de Europa; tradición que se diferenciaba entre las artes liberales y las artes mecánicas. Las artes liberales por su parte eran siete: tres de ellas se relacionaban con el uso del lenguaje: y eran la gramática, la dialéctica y la retórica; las restantes eran la aritmética, la geometría, la astronomía y la música.
En cambio, las “artes mecánicas” se referían a los oficios y artes para la vida cotidiana y la práctica; que por simetría con las artes liberales, los sabios medievales designaron siete artes mecánicas: la agricultura, que proporcionaba alimentos, la arquitectura, que proporcionaba casas y edificios públicos; el arte de hacer prendas de vestido y calzado, el arte de construir carretas y guiar animales para el transporte, la medicina para curar, el comercio para el intercambio de bienes y, finalmente, las artes militares para la defensa de la comunidad.
Conocedor de esa tradición por su formación clásica, don Manuel López Cotilla no sólo se preocupaba porque los pequeños aprendieran las letras y las matemáticas básicas; sino también pensaba que, al llegar a la adolescencia, muchos tendrían que trabajar y por ello pensó que una escuela de práctica y oficios era necesaria en Guadalajara. Por eso propuso fundar una escuela que formara a los mayores de 12 años para que fueran ciudadanos productivos, evocando esa clasificación; su escuela de oficios se llamó “Escuela de artes mecánicas”.
A Don Manuel López Cotilla le pareció muy importante estimular el esfuerzo de estudiantes y docentes. Por ello, durante su gestión, a las niñas y niños que destacaban por sus resultados y acciones cívicas se les otorgaba anualmente una medalla de oro. Actualmente, la Secretaría de Educación del Estado de Jalisco otorga el Premio “Maestro Manuel López Cotilla”, para premiar el mérito del personal docente que presta sus servicios.
Por la importancia que adquiere la formación para el trabajo y la prosperidad para Guadalajara, la Universidad de Guadalajara, por medio de la Coordinación General de Investigación, Posgrado y Vinculación, ha instaurado el “Galardón Manuel López Cotilla” al mejor proyecto de vinculación y articulación Academia-Empresa-Gobierno, cuya tercera edición se realizó en abril de 2021 y se planea celebrar anualmente.
El siglo XIX mexicano fue una etapa complicada por los conflictos internacionales y las diversas guerras civiles; causa que permitió identificar las diferentes figuras militares y políticas. Sin embargo, este fue también un periodo en el que se construyeron las instituciones del México republicano: sus leyes, su sistema educativo y sus industrias.
Si bien, una de las grandes virtudes de Manuel López Cotilla fue su interés por las necesidades de su ciudad y el futuro laboral de sus pobladores; por lo que sus propuestas educativas buscaban atender el futuro de los jóvenes y crear nuevas oportunidades en el entorno productivo de las comunidades vecinas.
Escriban sus propuestas y consideren compartirlas mediante nuestra red social de Facebook; o bien, por el correo electrónico: redescolar@ilce.edu.mx. Así como seguir las indicaciones del docente para compartirlas con otros estudiantes de la comunidad.
Biografía del educador jalisciense: Manuel López Cotilla 
Estado libre y soberano de Jalisco a principios del siglo XIX
México en tres tiempos. La Consumación de la Independencia, Canal 11
De la independencia a la consolidación Republicana, Colegio de México