En RedEscolar mostramos nuestro respeto y admiración hacia una mujer solidaria, resiliente, forjada en los tiempos de cambios, sobreviviente de guerras; nos referimos a la extraordinaria artista creativa, la española Remedios Varo, conquistadora y amante de la libertad. Una de las grandes pintoras relacionadas al movimiento surrealista; en cuyas obras logra disfrutar de una narrativa plagada de simbolismos, abierta a la reflexión, lo que la representa como un alma libre y sin ataduras, por lo que les pedimos acompañarnos en este recorrido por su vida.

María de los Remedios Alicia Rodrigo Varo y Uranga nació el 16 de diciembre de 1908 en Angles España; y creció en una sociedad de costumbres y extremas reglas sociales. Su familia se integró por dos hermanos, su padre y madre, quienes se mantenían en constante movimiento debido al trabajo de su padre como ingeniero.

A pesar de tener una madre conservadora, la niña Remedios era ingeniosa, curiosa y juguetona; comenzó su vida académica a la edad de ocho años en un colegio estricto, religioso y austero. Posteriormente a los doce años, su padre la inscribió a la escuela de artes y oficios debido a que creía que su hija poseía habilidades para el dibujo; en esta escuela comenzó a abrirse paso para ingresar a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ubicada en Madrid. Fue en 1929 cuando concluyó sus estudios y conoció a Gerardo Lizárraga, con quien contrajo matrimonio; vivieron en la ciudad de Barcelona donde Varo trabajó como dibujante para anuncios publicitarios.

Tiempo después, sostuvo una relación con Benjamín Peret y residieron en París; país donde Remedios se relacionó intelectualmente con el grupo de surrealistas, cuya carga cultural de intercambio apasionante le permitió estrechar también, importantes lazos de amistad con sus colegas. Sin embargo, en este periodo trabajó en variadas labores para sobrevivir, incluso se rumoró que falsificaba obras del artista Giorgio Chirico.

Algunos hechos que marcaron la vida y personalidad de Varo se encuentran atrincherados entre las guerras en las que se vio involucrada, como la Guerra Civil española (1936-1939), la cual provocó que saliera huyendo de su país de origen; así como cuando residía en París y estalló la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). A pesar del peligro que se vivía en la zona, trató de aferrarse a su vida; apoyó y protegió a refugiados de la guerra, no obstante, la continua intervención de tropas nazis y persecuciones de ciudadanos la mantenían en angustia latente.

En 1940 arrestaron a Peret por actividad política sospechosa, posteriormente detuvieron a la artista por estar relacionada con Benjamín, aunque no duró mucho tiempo detenida; emigró a Canet-Plage, y junto a Peret comenzaría una travesía como refugiados, de Villa Air-bel, donde se encargaban de salvaguardar a personalidades del gremio intelectual europeo, se dirigieron a Casablanca y después se trasladaron vía marítima a México.

Una vez instalados en México, sin tiempo para dedicarse a la pintura, realizaba trabajos comerciales, entre ellos, elaboraba propaganda antifascista para la embajada británica; además trabajó en la tienda Clardecon, diseñó trajes para el ballet de Leonid Massine, ilustró folletos publicitarios de la casa Bayer, al mismo tiempo, que el gobierno mexicano brindaba apoyo económico a los exiliados.

Remedios Varo encontró comodidad y paz en México, por lo que decidió radicar en el país y separarse de Peret, quien regresó a Francia en 1947; poco después, comenzó un nuevo romance con un piloto, lo que le permitió viajar a Venezuela, donde residía su hermano Rodrigo y su madre, de quien sólo recibió críticas por su forma de vivir la vida. Radicó en Caracas entre 1947 y 1949, donde trabajó como ilustradora en el Ministerio de Salud.

Sin depender de nadie, regresó a México con un semblante de paz, libertad y seguridad emocional. Se reconectó con su compañero Walter Gruen, con quien se casó y logró reafirmar su libertad, debido a que recibió de él, todo el apoyo económico que le permitió ejercer su actividad artística plenamente.

En una exposición colectiva mexicana, exhibió sus primeros cuadros en la Galería Diana (1955;) sus pinturas causaron furor, la crítica mexicana elogió su trabajo y empezaron a incrementar las expectativas y los seguidores de la artista. Debido a que sus obras eran elaboradas meticulosamente, un año después, presentó su exposición individual integrada por doce cuadros en la misma Galería Diana.

Con sus exposiciones se colocó en el gusto del público y el gremio artístico mexicano; incluso fue invitada al homenaje luctuoso de Frida Kahlo. Familias de prestigio buscaron que la pintora los inmortalizara en algún retrato, y eventualmente, fue invitada a generar murales, en este sentido, decidió pintar el mural en el Pabellón de Cancerología del Centro Médico (en 1959); además, logró publicar un escrito y crear la única escultura de su trayectoria.

Justo cuando su carrera estaba en la cúspide, el 8 de octubre de 1963 murió de un ataque al corazón, su muerte repentina sugirió considerarla un suicidio, debido a que sufría de crisis por ansiedad. A raíz de ello, se sucedieron múltiples homenajes y exposiciones retrospectivas dentro y fuera de México. La huella artística de Remedios Varo fue reconocida en el mundo y gran parte de sus obras se encuentran en México, después de que Walter Gruen decidiera ceder los derechos de sus obras al patrimonio cultural mexicano. Algunas de sus obras se encuentran en el Museo de Arte Moderno.

Entre sus obras se encuentran:

Las obras de Remedios Varo son un cúmulo de experiencias y conocimientos que recolectó a lo largo de su vida, comenzando con su padre, que fue quien la introdujo al dibujo y dibujo arquitectónico; por otra parte, aprendió de técnica, sensibilidad y perspectiva durante su estancia en la academia de San Fernando, ya que contaba con un currículo cargado de materias como dibujo científico, formas arquitectónicas, teoría del color, paisajes y decoraciones, además de tener una gran conciencia de la construcción de figuras, el entorno natural y la anatomía.

Remedios ha sido considerada una artista de la corriente surrealista, debido al gran vínculo que generó con muchos de sus representantes; varios críticos describieron que su técnica se apoyaba en la metáfora autobiográfica, ya que en diferentes obras aludía a recuerdos personales y algunos de sus personajes presentan rasgos similares a los de la artista.

La inspiración de su pintura radicó en algunos de sus intereses como la ciencia, los fenómenos paranormales, alquimia, la cultura medieval y la mexicana, en cuanto a las historias que deseó contar iban desde analogías, mundos mágicos, abstracciones de objetos y de la vida cotidiana como las actividades domésticas y el rol de la mujer. Sus obras reflejaban un alto nivel de minuciosidad, elegancia y concordancia con los elementos que la conformaban.

Los personajes de las pinturas son de corte andrógeno; además de que algunos de los escenarios que se presentan en ella, también se consideraban como un personaje más, ya que tenía significado y propósito como fue el caso de la casa y la habitación que en numerosas obras aparecía; lugares le representan como medios físicos o emocionales.

Sugerencias didácticas

En grupo, en equipo o con sus familiares en casa, los invitamos a conocer las obras de Remedios Varo, ya sea visitando en persona, cuando esto sea posible, alguno de los museos en los que se exhiben sus piezas como el Museo de Arte Moderno; o bien, recorriendo las galerías virtuales disponibles.